¿Por qué una persona joven como Julián Figueroa, hijo de Joan Sebastian, puede sufrir un infarto?
Aunque es poco frecuente, esta afección cardiaca puede sorprender a personas aparentemente saludables por múltiples razones: usualmente es por alteraciones cardiacas congénitas que no han sido diagnosticadas, como alguna malformación anatómica de la estructura del corazón o los vasos sanguíneos; también por infecciones, intoxicaciones o problemas en la conducción eléctrica del corazón, que como en el caso de Julián Figueroa habrían causado un ritmo irregular de los latidos del órgano.
Sin embargo, cabe anotar que cada vez es más común que causas como la hipertensión o la acumulación de grasa y otras sustancias en los vasos sanguíneos, que solían aparecer después de los 50 años, ahora se vean con más frecuencia en personas jóvenes.
Darío Echeverri, jefe del departamento de cardiología de LaCardio, precisa que en casos como el de Julián Figueroa “las enfermedades congénitas pueden producir muerte súbita”, tales como “origen anómalo en las arterias coronarias, una cardiomiopatía hipertrófica obstructiva. Se ve con más frecuencia en personas deportistas”.
Es difícil identificar este tipo de alteraciones en personas jóvenes, que en caso de ser sometidas a altos esfuerzos físicos deberían pasar por revisiones médicas previas.
Por otro lado, los especialistas explican que los hábitos de vida poco saludables han hecho que cada vez el infarto del corazón y otras complicaciones cardiovasculares sean más frecuentes en personas menores de 45 años.
“Hay una epidemia de diabetes, de obesidad, de sedentarismo, de consumo de sustancia tóxicas desde edad temprana. Por lo tanto, la posibilidad de enfermedad arterioesclerótica coronaria en la población joven cada vez está siendo mayor”, afirma el doctor Echeverri.
Según el último informe de estadísticas vitales del DANE, las enfermedades cardiovasculares se mantienen como la principal causa de muerte en Colombia.
Los especialistas insisten en que esta es una realidad que se puede prevenir e incluso revertir con ajustes que todos podemos realizar en la vida diaria.
El doctor Echeverri recomienda que “baje el consumo o el exceso de azúcares -principalmente refinados-, coma más verduras, más frutas, sobre todo que tengan fibra, tome más agua al día -se recomiendan 5, 6 o 7 vasos-, reduzca el consumo de sal, controle su peso, controle su presión arterial, mantenga un sueño adecuado y haga ejercicio”.
Asimismo, hay que identificar factores de riesgo y hacerse chequeos médicos regulares, así se sienta bien.
“Obviamente la presión arterial, el perímetro abdominal, el peso, el índice de masa corporal, un examen clínico general. Los exámenes paraclínicos que ayudan muchísimo son principalmente de glicemia, hemoglobina glicosilada para descartar diabetes o intolerancia a la glucosa y las cifras de colesterol alto. Hoy en día, cuanto más bajo el colesterol es mejor”, afirma el experto.
Según un informe del DANE, solo el
La prevención empieza desde la infancia. Además, cuando en la familia existen factores de riesgo hay que prestar especial atención a niños y jóvenes y no esperar a que las predisposiciones cojan ventaja.
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