Siga estas señales de alarma para ayudar a una persona que tenga un trastorno alimentario
Este miércoles, 30 de noviembre de 2022, se conmemora el Día de la Lucha contra los Trastornos de la Conducta Alimentaria. Especialistas advierten un preocupante incremento de casos, sobre todo en niños y adolescentes.
Es que a las consultas están llegando niñas menores de 10 años con problemas como la anorexia, que es el trastorno más frecuente de la alimentación, pero no el Único. El objetivo que quieren cumplir los profesionales de las salud es que se tengan en el radar estas condiciones, que se sepan reconocer las señales de alarma para buscar ayuda médica y psicológica desde el comienzo.
Además, los problemas con la alimentación suelen ser solo la punta del iceberg porque puede haber condiciones como depresión, ansiedad, entre otros, que causan consecuencias no solo mentales, sino físicas.
Son varios los trastornos que generan un comportamiento anormal frente al consumo de alimentos, la forma en que se percibe el cuerpo y una obsesión particular por el peso.
“Las edades más un frecuentes para un trastorno alimentario están entre los 12 y 25 años. Las cifras en los últimos años han crecido, sobre todo en postpandemia, entre niños y niñas, más mujeres que hombres, pequeños de 8, 9 hasta 11 años”, aseguró la psicóloga clínica del programa Equilibrio Juanita Gempeler.
Anorexia y bulimia son los mas frecuentes, pero hay otros en los cuales puede haber, por ejemplo, apetito desenfrenado o evitación de ciertos alimentos por características como su color. Tenga en cuenta que estos trastornos no discriminan, pues en este momento, de diez casos, seis son varones.
“En hombres puede ser idéntico a una mujer o puede ser más a la generación de musculatura, el aumento de gimnasio y suplementos proteínicos de esteroides”, agregó Gempeler.
Los especialistas advierten que los casos están desbordados, por eso es necesario que quienes conviven con niños y jóvenes conozcan las señales de alarma.
“Alguien que haga dietas no indicadas y que se quede pegada a la dieta y uno ve que la persona baja de peso y no para, eso es una indicación. Que empiecen a ver que la comida desaparece de la nevera o la alacena, que empiece a encontrar comida debajo de la cama o en las canecas, paquetes y paquetes de comida, que los baños huelan mal por los vómitos, los diuréticos y por los laxantes. No solo el inodoro, los lavamanos, las duchas porque prenden el agua para que no huela, esa es una señal de alarma porque se quedan ahí pegados. No quien comer en la mesa, a escondidas, en el cuarto, esas cosas son indicios”, afirmó la psicóloga clínica.
Buscar ayuda pronto de profesionales con experiencia en el tema es esencial para un adecuado manejo. Cabe recordar que, como cualquier condición de salud, hay múltiples factores implicados. En este caso, genéticos, rasgos de personalidad y detonantes sociales, por ejemplo, modelos corporales ideales a través de las redes.
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