Conozca las razones sobre si correr todos los días es saludable o riesgoso para la salud
Correr a diario es uno de los ejercicios ideales para los deportistas entusiastas, pues la disciplina, la constancia y el deseo por mejorar el rendimiento cada día más son factores que motivan a no faltar ni un solo día. No obstante, la ciencia y la experiencia de entrenadores concuerdan en que esta práctica, así como puede traer numerosos beneficios, también puede desarrollar riesgos relevantes.
De hecho, compañías como Nike o revistas científicas como Journal of the American College of Cardiology afirman que dentro de los beneficios más citados está que mejora la salud cardiovascular y la longevidad. Incluso si usted realiza sesiones breves de running diario, que pueden ser de cinco a 10 minutos a un ritmo suave y constante, se han asociado a un menor riesgo de muerte y de enfermedades graves cardíacas.
Asimismo, correr con regularidad da la posibilidad de elevar el colesterol considerado como “bueno” y en esta medida reducir el malo. Ayuda a mejorar la presión arterial y optimiza el control de la glucosa, lo que representa beneficios para la salud del corazón.
Por otro lado, a nivel psicológico, correr ayuda a liberar serotonina y endorfinas, que son neurotransmisores directamente relacionados con el bienestar, y algunos otros estudios sugieren que puede ofrecer beneficios comparables con los antidepresivos, pero en ciertos casos, dependiendo de la condición de cada persona.
Las consecuencias
No obstante, el mayor peligro que puede representar correr todos los días es no dejar que el cuerpo se recupere lo suficiente, debido a que la repetición de manera continua puede desencadenar afecciones como tendinitis del Aquiles, periostitis tibial, fascitis plantar, fracturas por estrés o el síndrome de la “rodilla de corredor”, consideradas graves si no se tratan.
Muchas veces, si se espera que el cuerpo adapte de manera positiva el ejercicio, es el periodo de descanso el que se debe tomar en cuenta, pues es en este momento donde más se recupera el organismo.
Las molestias físicas pueden llegar a afectar la función cognitiva, como lo confirma una investigación publicada en Sports Medicine, en donde se afirma que algunas de las consecuencias que se han observado en deportistas sometidos a entrenamientos exigentes, van desde la disminución en el tiempo de reacción, hasta atención y problemas en toma de decisiones.