La lucha contra el azote del cáncer
El cáncer es una enfermedad que ha traspasado los siglos y de este modo cada vez hay más tumores malignos. En algunos sitios de Colombia, como Caldas, las amebas tienen historia, la misma que ha sido desplazada por otras infecciones que han surgido o que aparecen con agresividad no conocida antes, entre ellas las que se deben a agentes intrahospitalarios.
Independientemente de todo ello, el cáncer conserva su estructura esencial, crecimiento incontrolado de células o daño de las normales. Su causa puede deberse a numerosos orígenes.
El cáncer no debe ser olvidado, es que cada día hay más pacientes con este tipo de agresión. Ya no es sólo el enfermo quién lleva su problema, hoy este padecimiento compromete más severamente a la familia y a su núcleo social.
Hoy muchos tumores malignos pueden ser tratados y el paciente puede recuperarse totalmente, pero también puede ser la causa de muerte con inmensas dificultades en los días de diagnóstico, terapia o convalecencia.
El paciente con un tumor maligno tiene obligaciones y derechos, estos últimos detallados a continuación:
– A la accesibilidad, disponibilidad, oportunidad y continuidad para el diagnóstico y la atención de la enfermedad.
– A recibir segunda opinión médica, si lo desea; y a que su asegurador valore el concepto emitido por un profesional de la salud externo a su red de prestadores.
– A que le autoricen y presten los servicios incluidos en el Plan Obligatorio de Salud de manera oportuna.
– A los servicios de salud en condiciones de higiene, seguridad y respeto a su intimidad.
– A ser incluido en estudios de investigación científica, sólo si lo autoriza.
– A que se respete su voluntad de donar o no sus órganos.
– A no pagar copagos.
– A recibir un trato digno sin discriminación alguna.
– A que la expedición de autorizaciones sea dada integralmente para la totalidad del tratamiento -siempre y cuando- exista una guía de manejo unificado.
– A que las entidades de aseguramiento le entreguen los medicamentos de manera completa e inmediata.
– A que no haya barreras de acceso y trámites administrativos. Evitando traslados y desplazamientos innecesarios.
– A que, en caso de urgencia, los atiendan de manera inmediata, sin ninguna restricción.
– A que como cotizantes les paguen las licencias y las incapacidades médicas.
– A elegir libremente la EPS, la institución Prestadora de Salud (IPS) y al profesional de la salud, dentro de la red disponible.
– A recibir por escrito las razones por las que se niega el servicio de salud.
– A que le informen dónde y cómo puede presentar quejas o reclamos sobre la atención en salud prestada.
– A manifestar su voluntad anticipada sobre sus preferencias en relación al cuidado futuro de su salud y de su integridad física, así como sus deseos para el final de la vida.
– A que se le garantice la atención integral y especializada del cáncer, especialmente en los niños.
– A acceder a programas de prevención, a través de programas como la vacunación gratuita para las niñas escolarizadas, en el caso del Virus del Papiloma Humano (VPH) o de Hepatitis B; a campañas para control del consumo de tabaco y alcohol y al fomento de actividades físicas y consumo de alimentos saludables.
– A obtener información clara y oportuna de su estado de salud, de los servicios que va a recibir y de los riesgos del tratamiento.
– A que se mantenga estricta confidencialidad sobre su información clínica.
– A recibir atención en instituciones de salud que cumplan con todas las condiciones y la infraestructura adecuada para la atención integral de la enfermedad.
– A que se le brinde los servicios de apoyo social, como hogares de paso; para el alojamiento de las personas menores de 18 años que tengan diagnóstico en estudio o confirmado de cáncer, lo que incluye a su acompañante.
*Liga contra el Cáncer – Seccional Caldas.
**Con material adaptado de la Liga Colombiana contra el Cáncer.